Portada
Share

Corma edita libro que identifica los árboles más valiosos del Gran Santiago

Escrito por la académica e investigadora de la UC, Dra. M. Paulina Fernández, en colaboración con los Ingenieros Forestales Indra Astorga y Eduardo Pérez, y el fotógrafo Francisco Pérez, el texto recorre 10 comunas de la capital, identificando 48 especies de árboles y más de 100 ejemplares, que por su longevidad, rareza, tamaño o forma, son considerados un patrimonio de nuestra ciudad.
  • 18 abril, 2024

Al igual que algunos edificios u obras de arte, los árboles identificados en el texto poseen características que los hacen únicos como: su gran envergadura, que superan los 150 años, que se consideran sagrados en sus tierras de origen, que no han evolucionado en millones de años, que resisten la radiación nuclear o que están en peligro de extinción.

 

La mayor parte de estos ejemplares llegó a Chile durante el siglo XIX e hicieron patria, al igual que muchos de nuestros antepasados. Ellos han sido testigos silenciosos de la historia de la ciudad y cualquier persona los puede observar en icónicos parques como la Quinta Normal de Agricultura, el Parque O’Higgins, el Parque Forestal, el Parque Balmaceda, el Cerro Santa Lucía, el Palacio Cousiño o en cementerios, casonas antiguas, iglesias, colegios, universidades, avenidas y calles.

Durante la presentación del libro, que se realizó en el Museo Artequin en Quinta Normal, el presidente de la CORMA, Juan José Ugarte destacó: “Esta es la primera Guía de Campo que realizamos en Santiago y más significativo aún, es la primera que habla sobre árboles, concretamente arbolado urbano. Un tema cada vez más relevante en tiempos en que detener el cambio climático es prioritario y en que la ciencia ha demostrado que los árboles, independiente de su tipo, son la mejor respuesta (…) la mitad de la población de nuestro país vive en Santiago y muchos de sus habitantes solo pueden vivir la experiencia de estar en un bosque, en las plazas y parques urbanos, a través de espacios y ejemplares como los que destaca este libro”.

Exóticos v/s nativos

La mayor parte de las especies consideradas en esta Guía son exóticas y provienen de Norteamérica, Asia, Oceanía, América Latina, África y Europa, ya que eran las especies más usadas en el siglo XIX y principios del siglo XX;  llegaron a nuestro país como parte de un proyecto de paisajismo o como iniciativa personal, para embellecer nuestra ciudad. Hoy adicionalmente prestan servicios ecosistémicos, como hábitat para la fauna, entregando sombra y regulando la temperatura durante las olas de calor en verano.

 

“Siempre decimos que el criterio que debe primar es escoger ‘el árbol correcto en el lugar correcto’, más allá de si es una especie nativa o exótica. Sin duda las especies endémicas o nativas, que son propias de un lugar, estaban bien adaptadas al clima original de la región, y se podría pensar que poseen atributos  para adaptarse a estos entornos mejor que una exótica, pero la ciudad está lejos de ser el hábitat natural de estos ejemplares, muy por el contrario, es un entorno agresivo en el que la sobrevivencia de los árboles no está asegurada”, comenta Paulina Fernández, autora del libro y experta en arbolado urbano.

Adicionalmente, estos ejemplares y la época en la que se plantaron, con menos temperatura y abundante agua, permitieron que alcanzaran proporciones (altura, tamaño de tronco y copa) que en las actuales condiciones climáticas es imposible replicar y que además, para las especies nativas de la zona, es imposible alcanzar. Por esto es importante apreciar y proteger este patrimonio único.

Algunas curiosidades

Esta Guía de Arboles Patrimoniales no solo señala en el mapa cada uno los ejemplares, también compara imágenes de estos espacios públicos durante el siglo pasado y hoy, en las que se aprecia el crecimiento de estas especies. Además, se refiere a los cuidados que requieren estos árboles en la ciudad y sus principales amenazas, como la falta de riego, la compactación del suelo, el poco espacio que se les da a sus raíces o la corta de éstas y las podas agresivas.

  • En Santiago confundimos los Plátanos Orientales, con un híbrido entre plátano oriental y plátano occidental que es el que solemos encontrar en avenidas.
  • Los árboles añosos, que crecieron con riego abundante, como muchos de los que aparecen en la Guía, suelen tener raíces superficiales, por lo que los cambios bruscos en el sistema de riego los afectan gravemente.
  • La Palma Chilena, si bien crece tradicionalmente en clima mediterráneo, entre La Serena y el Maule, es capaz de soportar temperaturas bajo cero y por eso es posible encontrar ejemplares en lugares tan remotos como Rusia o Irlanda.
  • Una de las especies más curiosas de la Guía es la Dracaena draco, cuyo único ejemplar se encuentra en el Cerro Santa Lucía. Un árbol originario de la Macaronesia (Islas Canarias) y el norte de África, pariente de las palmeras y que florece cada 15 años.
  • En Santiago encontramos un único ejemplar del árbol sagrado de los maoríes de Nueva Zelandia, el kauri
  • Algunos ejemplares notables son árboles remanentes de la época agrícola de algunos sectores de la ciudad

Entendiendo que esta selección representa el punto de vista de los autores, sin ser en ningún caso un trabajo censal, los investigadores han puesto a disposición de la comunidad el correo arboles.urbanos@uc.cl para que todas las personas que creen identificar nuevos ejemplares de árboles patrimoniales, puedan registrarlos, enviándolos a este correo.

Las Guías de Campo, que anualmente edita el gremio, abordan distintos temas relacionados con la Flora y Fauna de Chile. El Resto de la Colección, donde aparecen títulos como: Plantas de Alta Montaña, Plantas Silvestres Comestibles y Medicinales, Plantas Vasculares Acuáticas, reptiles, anfibios o helechos por mencionar algunas, están digitalizadas y disponibles en el sitio web corma.cl

AGENDA

DOCUMENTO DESTACADO

PARTICIPA

NOTICIAS RELACIONADAS

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial