“Tenemos que lograr que la gente venga a buscar la madera y que no sea sólo el arquitecto el que la proponga. Eso es lo que nos tiene que movilizar. Cómo cambiar la percepción y todos los prejuicios que existen en torno a la construcción en madera” dice el presidente de Madera21 y gerente general de CMPC Maderas, Juan Pablo Pereira. “El contexto más desafiante del que tengamos consciencia, es generar un equilibrio sustentable en el sector de la construcción. Tenemos que empezar a pensar distinto y estoy convencido que la madera será la clave”, asegura.
Desde el 2016, Juan Pablo se ha desempeñado como director de Madera21 en representación de CMPC, convirtiéndose en presidente de la misma hace unas semanas. Durante estos ocho años ha sido testigo de la evolución en la percepción y adopción de la madera como material de construcción. Hasta hace algunos años, Madera21 se limitaba mayormente a comunicar al sector, a estudiantes y eventualmente se dirigía arquitectos, diseñadores e ingenieros, usualmente relacionados con los concursos de la Semana de la Madera, nos relata Juan Pablo. Sin embargo, con el tiempo el público se abrió, reconociendo así la necesidad de abordar las percepciones y prejuicios existentes sobre la madera en la construcción.
Actualmente, el enfoque se ha ampliado para involucrar a inmobiliarias, constructoras, tomadores de decisión y al público en general, con el objetivo de generar interés activo en el uso de la madera. Aunque para el presidente de Madera21 sigue existiendo el desafío considerable de cambiar las percepciones arraigadas, también ha podido observar un progreso notable en ello durante los últimos años.
“Hoy tenemos la posibilidad de cosechar todo lo que se ha sembrado en Madera21. Tenemos una base muy sólida y debemos hablar más allá del sector – enfatiza-. No es suficiente que todos en la industria estemos convencidos que la madera es buena. Hoy, tenemos que convencer al resto de la sociedad que la madera tiene mucho que aportar y para ser la verdadera protagonista de un futuro sostenible”.
El rol de Madera21
“Madera21 puede articular a distintas organizaciones que existen en nuestro país para potenciar el uso de la madera en general. Me interesa en esta etapa ser un promotor de esta articulación”, señala Juan Pablo, porque “la madera tiene un rol importante que jugar en la economía del futuro y del presente”
Para el presidente de Madera21, la organización tiene la oportunidad invaluable para influir positivamente en diversas normativas actualmente en análisis. Entre ellas, destaca la Norma Chilena 433, que regula el valor del desplazamiento relativo entre pisos en la construcción, conocido como valor drif. “Todos sabemos que la madera es un extraordinario material para construir en un país sísmico, pero la norma no recoge eso. La norma está pensada para el hormigón, entonces tenemos que ser capaces, en la discusión con los distintos ministerios, de poner el tema arriba de la mesa: cuáles son las modificaciones que se requieren para adaptar las normativas a la realidad de la construcción en madera.
“Llevamos 10 años hablando del rotulados de la madera y hoy esos avances harán que pueda subir el estándar a la madera. Ahora tenemos que usar esa fibra de mejor estándar para ser utilizada en la construcción y para eso tenemos que generar ciertos habilitadores, entre ellos las normas”, dice.
Madera como solución constructiva
“Como todo producto que está en una etapa temprana de introducción al mercado, la madera de ingeniería y la madera masiva enfrenta dificultades para ganar impulso. Creo que estamos en ese punto de inflexión, donde las capacidades se están desarrollando y el ecosistema se está montando, por lo que debemos tener un rol clave en darle un impulso y acelerarlo”, dice Juan Pablo.
Para Pereira la creciente participación de inversionistas y empresas de diferentes tamaños en este campo indica un potencial significativo para que la madera gane más tracción en la industria de la construcción. Percibe que el cambio en la percepción y la creciente comprensión de las oportunidades asociadas con la construcción en madera están allanando el camino para su adopción más generalizada.
Y en este sentido, para el gerente general de CMPC Maderas, las pequeñas y medianas empresas tienen mucho que aportar. “No sacamos nada con que dos grandes empresas del sector empujen el carro, porque no somos capaces de generar el cambio, necesitamos a las Pymes para crear encadenamientos productivos. Porque la madera es una cosa, pero la madera en la construcción es una solución constructiva y requiere de un ecosistema que debe estar construido con Pymes del sector y de otras industrias”.
Si bien la madera está emergiendo como una solución constructiva clave, impulsando una revolución en el sector de la construcción, el presidente de Madera21 va más allá y sostiene que “tiene la potencialidad de convertirse en el motor de la bioeconomía y la sustentabilidad en Chile”. Y destaca su capacidad para reducir las emisiones de carbono y los residuos. “Si analizamos las emisiones del sector de la construcción, estas representan cerca del 39% de las emisiones en el mundo – dice-. En Chile, el 34% de los residuos sólidos vienen del sector de la construcción”. Aquí es donde nos plantea que la madera se presenta como una opción especialmente ventajosa, ya que “prácticamente no genera residuos en la construcción”. Además, destaca su versatilidad como complemento del acero y el hormigón, que también contribuye al crecimiento de su popularidad en el ámbito constructivo. “La madera no es la solución a todo ni busca reemplazar a todas las otras materialidades, pero sí es el verdadero movilizador en la transformación hacia un futuro más sostenible en la construcción e incluso en otros ámbitos de la sociedad”.
La madera no solo representa una alternativa sostenible en la construcción, sino que también está transformando la forma en que se concibe y se ejecutan los proyectos en el sector, destacando su potencial en términos de productividad. La eficiencia y productividad, junto a la sostenibilidad, son los principales desafíos que tiene el sector de la construcción, que Juan Pablo señala con preocupación, que han experimentado un estancamiento en las últimas dos décadas. “Hoy en día, el costo de la construcción es creciente y la única forma de mejorar la competitividad del sector, de controlar la variabilidad, de mejorar la precisión, la empleabilidad de las mujeres, etc., es avanzando en la prefabricación offsite, es decir, fuera del lugar de la obra. Esto no es nuevo, pero sí hay ciertas condiciones que han cambiado; la tecnología digital es una de ellas, lo que ha ayudado enormemente a mejorar el diseño y el modelamiento. Las empresas que participan de este ecosistema no venden productos, venden proyectos en base a soluciones constructivas y ahí está el valor”.
Fuente: @madera21
