Reactivación del sector forestal: las oportunidades del Plan de Fortalecimiento industrial del Biobío

La región del Biobío está atravesando una situación económica compleja que afecta a múltiples sectores productivos, y el sector forestal no es una excepción. En este contexto, el Plan de Fortalecimiento Industrial, presentado recientemente, aborda gran parte de las necesidades de reactivación de la región, reconociendo que la creación de empleo y la inversión son una prioridad. La importancia de dinamizar la inversión y destrabar las barreras que impiden su ejecución es clave para generar buenos empleos y fortalecer la economía local.

Valoramos que este plan incorpore, en primer lugar, a las personas, los trabajadores y las pequeñas y medianas empresas, reconociendo que la recuperación económica debe comenzar por quienes forman la base del desarrollo regional. El enfoque en la inversión pública y privada para fomentar el crecimiento productivo es vital, y es crucial que se ponga el acento en destrabar la permisología, que ha frenado proyectos clave en nuestra región. Además, se deben solucionar temas relacionados con la seguridad rural (incendios, ataques, control territorial, usurpaciones y robo de madera) y con la certeza jurídica. Si logramos superar estos obstáculos, la activación de inversiones tanto públicas como privadas será un motor para generar más y mejores empleos y bienestar para las personas.

Un punto que destacamos en este plan es el reconocimiento del sector forestal como una industria estratégica, no solo para la región del Biobío, sino también para el país. Desde un enfoque ambiental, nuestros bosques juegan un rol fundamental en la mitigación del cambio climático, y es claro que la creación de nuevos bosques y la recuperación de aquellos que se han quemado son claves para alcanzar los objetivos de carbono-neutralidad de nuestro país. Pero, además, es el pilar productivo más importante de la región, generando bienestar directo a miles de personas y sus familias. En este sentido, es crucial que el sector forestal vuelva a crecer.

El plan recoge tres elementos esenciales para la reactivación y crecimiento del sector forestal. En primer lugar, se destaca la necesidad de aumentar la superficie forestada, con incentivos claros para que pequeños y medianos propietarios vuelvan a plantar. Hoy en día, muchos de ellos han dejado de hacerlo debido a la falta de apoyo, la incertidumbre en torno a las regulaciones y los problemas de seguridad, especialmente en el cono sur de la provincia de Arauco. Es positivo que este incentivo esté alineado con los objetivos de carbono-neutralidad y con la construcción de viviendas e infraestructura social en madera. Sin embargo, es necesario revisar el marco legal actual, específicamente la Ley de Cambio Climático, que impide que las plantaciones sean consideradas sumideros de carbono sujetos a incentivos. Este es un punto que creemos debe corregirse para proyectar un sector forestal sostenible y de largo plazo.

En segundo lugar, celebramos el impulso a la industrialización de viviendas en madera. Este enfoque tiene dos impactos importantes. Primero, contribuye a enfrentar la crisis habitacional que afecta a nuestro país, proponiendo soluciones constructivas sostenibles y eficientes. Y segundo, genera oportunidades de crecimiento para nuestras pymes madereras, muchas de las cuales están hoy en riesgo de cerrar. La creación de un centro tecnológico que impulse a estas empresas, con innovación basada en investigación y desarrollo, en un ambiente de sostenibilidad, es un paso clave para modernizar el sector y asegurar su competitividad a futuro.

Finalmente, este plan refleja una visión clara de que el sector forestal es parte de la solución para los problemas estructurales de la región. La combinación de inversión, incentivos y modernización tecnológica abre una ventana de oportunidad para que nuestras empresas, especialmente las más pequeñas y medianas, puedan ser parte activa de la recuperación.

Creemos que es importante, y el plan lo contempla, la instalación de una gobernanza sólida, que integrará a todos los actores clave, tanto públicos como privados, además de la participación de una Secretaría Técnica. Esto es fundamental, ya que permitirá evaluar continuamente la implementación y el impacto de las medidas propuestas. Nuestro desafío es asegurar que este plan no se quede solo en el papel, sino que se traduzca en acciones concretas y efectivas. Solo así seremos capaces de llevar adelante las transformaciones necesarias para el bienestar de la región.